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Pintura libanesa

NO HAY PASIONES INOCENTES

Etel adnan

Por María Gabriela Zgaib

En un paseo de compras local, con sorpresa descubrí una prenda con la imagen de la artista libanesa multifacética Etel Adnan. Como expresa el periodista argentino Eduardo Villar en su texto “La larga vida de los artistas“ (2010): “Nada es casual”. Esto me llevó a recordar mi paso por Beirut en el año 2019, en el que visité el Museo Sursock –https://sursock.museum– de Arte Contemporáneo y dentro de sus salas (móviles, gracias a la modernidad actual), disfruté de las obras de Etel Adnan en tela (tapiz) y pinturas que llamaron mi atención por la calidez de los colores que me llevaron a los paisajes que recorrí y que quedaron en mis pupilas y en mi corazón.

Como tantos libaneses/as, Etel Adnan fue marcada por las penurias de todos los conflictos en su tierra natal y sus secuelas que influyeron en sus producciones de muchas décadas. Desde muy joven se mudó a París para estudiar Filosofía en la Sorbona y años más tarde viajó a los Estados Unidos, regresando en distintas ocasiones a su tierra natal. Además de artista visual, se convirtió en un clásico de la literatura bélica. Sus obras forman parte de muchas colecciones privadas y museos de todo el mundo.

Entre las vibrantes obras coloristas que componen el patrimonio de dicha artista, existe una pronunciada inclinación estética y una indicación de que su tema, aunque se basa en paisajes reales, es representativo de algo más; o como bien definió Octavio Paz: "Un paisaje no es la descripción más o menos exacta de lo que ven nuestros ojos, sino la revelación de lo que hay detrás de las apariencias visibles" (Alternative Curret, Wildwood House Limited, 1974).


En sus cuadros, los paisajes funcionan como centro y como punto de partida: son figuraciones de la naturaleza que sirven como motor de la imagen que luego se independizan y siguen una lógica propia, autónoma, más allá de las evocaciones en las que logra encapsular la energía y vitalidad de un momento. Tiende a recordar con cierta nostalgia la relación con el mundo y a expresar quién es. 

Enfatiza el contorno de las montañas (o el océano en algunos casos), en el que los colores se encuentran: cuando los campos de oro, los picos naranjas y un cielo rojo se igualan, llevan el peso de cada uno. El escenario de sus producciones se basó en el lugar donde nació y se crio, representando la belleza física del universo y el vínculo que tiene con él. Los colores son atrevidos y a la vez matizados y dan una sensación de permanencia en el lienzo. El pintor alemán Paul Klee afirma que el color puede desbloquear las formas naturales a través del arte, ofreciendo “enormes posibilidades para la variación de significado” (1921) cuando los campos de color se combinan o contrastan. Sus imágenes trascendentales se entrelazan: los elementos se fusionan con la historia y el color es infinito. 

Todo artista, además de intentar adaptase a su ambiente, tiene necesidad de construir narraciones sobre el mundo, que lo satisfagan emocional y racionalmente. En De lo espiritual en el arte, Kandinsksy afirma lo siguiente con respecto al ser artista:










Etel Adnan fue una artista que pudo contar historias con las palabras, la pintura y el textil.

 

Etel Adnan
Terre de Feu
Etel Adnan
Etel Adnan
Etel Adnan

California (1970)

Champs de Pétrol (2013)

The Weight of the World; Installation view; Serpentine Sackler Gallery, London 

Terre de Feu (2018)

Landscape (2014)

Kalimat

Kalimat (2012)

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